21 ago 2012

Ante el engaño de Santos, el estudiantado colombiano se prepara nuevamente


El pasado 7 de agosto se cumplieron dos años de la administración de Juan Manuel Santos, cuyos resultados han sido profundamente nefastos para el conjunto de la sociedad colombiana. A los que sí les ha ido muy bien con el actual gobierno, es al sector financiero y a los grandes monopolios nacionales e internacionales, es así que para el primer semestre de 2012 las ganancias del sistema financiero fueron de 16.7 billones de pesos [1]; y en el caso del sector minero-energético ha tenido un crecimiento a tasas por encima del 10%, según declaraciones del Ministro Cárdenas [2]. Santos y su gobierno han demostrado su total entrega a los intereses extranjeros, especialmente, a los intereses de los Estados Unidos, actos que van en contravía de los intereses nacionales. Hechos como la puesta en marcha de dos Tratados de “Libre” Comercio (TLC), y la ratificación de otros 16 tratados con más de 50 países, entre ellos Corea del Sur y Turquía, que entregan totalmente nuestros recursos naturales y destruyen la producción nacional, demuestran la naturaleza del actual gobierno. Se está cumpliendo a cabalidad la máxima neoliberal “El Estado hasta donde sea necesario, el mercado hasta donde sea posible”, consigna que en lo esencial no se distancia de las actuaciones de anteriores gobiernos pero que Santos se ha encargado de profundizar. 


Las universidades públicas y la educación en general no se salvan de la aplicación a fondo de la política neoliberal. En veinte años de vigencia de la Ley 30 de 1992 las universidades públicas han caído en una profunda crisis a causa de la desfinanciación a la que han sido sometidas. El Estado adeuda a las universidades públicas, según el SUE [Sistema de Universidades Estatales], más de 4 billones de pesos, a pesos constantes de 2012. Así mismo, ha disminuido en 36% su participación en la financiación de las universidades estatales, pasando de 86% en 1992 a menos del 50% para 2012. Esta situación ha causado que las universidades públicas recurran cada vez más a la adquisición de recursos propios para su funcionamiento e inversión deteriorando su calidad académica, menoscabando su autonomía universitaria. En la Universidad del Valle particularmente, los recursos generados por gestión propia entre el período 2000-2010 registró un crecimiento del 41,12%, representando mayor crecimiento el monto destinado por cuenta de servicios y otras rentas (145,22%). Para 2010, las actividades de extensión generaron ingresos propios por el orden de los $31.575 millones de pesos [3]. 

Ante esta grave situación, los anteriores gobiernos, y en especial, el de Santos, en lugar de remediar de raíz el mal, lo han empeorado. El descabellado plan de reformar integralmente la ley de educación superior para su entera privatización en 2011 fue frenado, gracias, al desarrollo del portentoso movimiento estudiantil y al paro nacional universitario liderados por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil –MANE-, que en un acto de unidad, organización y movilización civilista, demostraron con gallardía que el gobierno no tiene todo ganado. Este suceso permitió que la MANE ganara una posición privilegiada en el corazón de los colombianos, convirtiendo en legitimas sus justas causas y formas organizativas. 

En el actual periodo, la MANE se ha propuesto y ha avanzado en construir una nueva ley de educación superior para los colombianos, una ley alternativa a la que propone el neoliberalismo. Ante la victoria del movimiento estudiantil encabezado por la MANE y en un acto de contrición, el gobierno se comprometió con la sociedad colombiana a no presentar reformas a la educación superior y a construir junto con toda la comunidad universitaria del país y sectores democráticos que convergen con las ideas de la MANE, la nueva ley de educación superior, siendo la MANE la legítima interlocutora de la comunidad estudiantil universitaria con el gobierno. Sin embargo, los últimos actos del gobierno ha demostrado su deslealtad con la MANE y con el país, evidenciando el desinterés por construir una ley alternativa de manera democrática y vinculante. Hechos como el rechazo a la propuesta de educación superior de la MANE, las modificaciones parciales a la Ley 30 como lo es la ley de educación a distancia, y la interlocución con otros sectores estudiantiles distintos a la MANE, ratifican la naturaleza engañosa de Santos y su gobierno. Ante esta realidad, los estudiantes colombianos debemos prepararnos para salir a las calles nuevamente a defender la educación superior pública del país, y a defender la propuesta de ley alternativa de educación superior de la MANE. 

Sea ésta una nueva ocasión para darles un caluroso y fraternal saludo de bienvenida de parte de la Organización Colombiana de Estudiantes –OCE-, haciendo, una vez más, un enérgico llamado a la Comunidad Univalluna, para defender con argumentos y creatividad, con formas amplias, democráticas y civilizadas, la educación superior pública, de excelencia académica, y al servicio de la nación colombiana; la MANE ha demostrado la posibilidad de luchar por una universidad distinta a la impuesta por el modelo neoliberal, es un gran avance del movimiento estudiantil colombiano y por tanto debemos defenderla.



[1] A junio de 2012, el sistema financiero ganó $16,7 billones. Artículo publicado en elespectador.com el 15 de agosto de 2012
[2] Colombia tranquiliza a inversionistas sobre futuro de la minería. Artículo publicado en dinero.com el 03 de junio de 2012
[3] Consideraciones generales para el Plan de Acción 2012-2015 de la Universidad del Valle: Análisis interno y del entorno. Pág. 20.

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