OCE Capitulo Valle

ANTE EL OSCURANTISMO URIBISTA: LA LUZ REBELDE DEL ESTUDIANTADO

Organización Colombiana de Estudiantes OCE, Cali, mayo 16 de 2009

Cumpliendo fielmente con su labor de colocar el Estado al servicio de agentes multilaterales de crédito (acaba de solicitar otro préstamo al FMI por 10 mil millones de dólares) y utilizando la más sucia propaganda en los medios masivos de comunicación, el gobierno de Uribe Vélez da muestras fidedignas que revelan en qué consiste la famosa coletilla de “trabajar, trabajar y trabajar” con la que pretende ser recordado. No dudamos en que sea cierto la dedicación y el esfuerzo que hacen diariamente los uribistas para demostrarnos que sus antinacionales intereses son autóctonos y corresponden a los “mas grandes intereses de la patria”.

Su naturaleza antidemocrática y vende patria los obliga a recargarle sus desbarajustes financieros a los pobres de Colombia por la vía del recorte a las transferencias, creación de nuevos impuestos y leyes del “primer Empleo”. Aspectos que solo pueden ser sostenidos con mentiras cada vez mas grandes, que los convierten en agentes vulnerables y no libres de toda critica.

El caso de las universidades públicas se enmarca en toda esta política. El gobierno, mediante reglamentaciones, nuevos decretos y leyes le ha generado cargas financieras adicionales a las universidades públicas, creándoles déficits fiscales que tienen que ser asumidos bajo la forma de autofinanciación. Los dineros girados no aumentan y las cargas y tareas de las universidades son cada día más. Con menos dinero pretenden que se haga más. Sumado a esto encontramos la violación de la autonomía universitaria con la implementación de los ciclos propedéuticos y los Estándares mínimos de calidad, que al contrario de lo que expresa el ministerio de educación, son causa del atraso y de la baja calidad de nuestras universidades públicas.

En el Encuentro Nacional de Estudiantes Universitarios, realizado el 18 y 19 de abril que contó con la asistencia de estudiantes 23 universidades publicas y delegaciones de muchas privadas, se llegó al diagnostico que el gobierno nacional y los gobiernos regionales no cumplen ni con sus propias leyes. La ley 30 se volvió un himno a la bandera y los reclamos –incluso de rectores- son ignorados y cuando no, amenazados con reprimirlos. No hay universidad a la que una localidad, región o la nación no adeude dinero. Incluso se las obliga a entrar en Ley de quiebras y emprender un proceso de restructuración que siempre dejan como resultado aumento de matriculas y empleados y profesores por fuera. (Como ejemplo tenemos la Universidad del Atlántico)

Ante semejante estratagema, los estudiantes junto a la sociedad civil, los partidos y movimientos políticos que no comparten el modelo impuesto por los que mal gobiernan a Colombia, debemos incrementar nuestra labor de educación y denuncia ante estas políticas. No debe quedarse facultad, carrera y salón sin conocer lo que hacen contra nosotros. Tenemos que superar la dispersión y crear espacios verdaderamente participativos y democráticos que ayuden a movilizar consciente y masivamente al estudiantado.

Reivindiquemos una educación financiada adecuadamente por el Estado, que sirva a los intereses de nuestra nación, no de extranjeros y que sea para todo el pueblo. Si los estudiantes colombianos luchamos contra el atraso que se le quiere imponer al país serviremos como un faro más que alumbra el camino necesario para las trasformaciones que anhela el pueblo colombiano.