Saludo de la Organización Colombiana de Estudiantes-OCE-
Universidad del Valle
Enormes protestas sociales recorren el mundo entero; En Grecia, Irlanda, Francia, Túnez y por supuesto, Egipto; se ha desatado la valentía y la dignidad de millares de personas, todos, por motivos e inclinaciones distintas, pero con factor común, un elemento fundamental sin el cual ninguna de estas portentosas y justas protestas se hubieran llevado a cabo: la juventud.
El papel de miles de jóvenes en cada uno de los países en conflicto ha sido determinante a la hora de las luchas por la defensa de los derechos económicos y sociales de la población y por la búsqueda de democracias verdaderas; en estos países la juventud ha participado codo a codo con los obreros, intelectuales, campesinos y demás sectores de la sociedad que se han lanzado a la batalla por sus derechos y reivindicaciones.
En nuestro país son miles los yugos impuestos al pueblo, sin que este haya decidido conscientemente cambiar el orden de cosas impuesto; El actual presidente, Juan Manuel Santos, ha aplicado todos y cada uno de los principios políticos de Uribe; Aseveramos sin temor a equivocarnos que las políticas de Santos no son más que un refrito de lo hecho por Uribe durante 8 años. Santos I es Uribe III.
En materia educativa se puede verificar fácilmente este hecho; la Reforma a la Ley 30 impulsada por la Ministra de Educación de Uribe, ha sido retomada con más agravantes para la universidad pública en Colombia: financiación a la demanda mediante créditos educativos con el ICETEX y por la misma vía el desmonte de los sistemas de Bienestar Universitario, aumento de la cobertura en desmedro de la calidad, la implementación de líneas curriculares que distan de tener contenido científico e investigativo, las llamadas competencias educativas y ciudadanas, y por ultimo priorizar sus esfuerzos en la apertura de carreras técnicas y tecnológicas de baja calidad bajo el amparo de la política de “formación para el trabajo, la innovación y la internacionalización”, en otras palabras, la adecuación de la educación superior al modelo económico agro minero - energético impuesto en nuestro País por intereses extranjeros.
Dicha Reforma es profundamente contradictoria con los intereses de los estudiantes, profesores y trabajadores universitarios. En últimas se pretende convertir la Educación Superior en una mercancía más, no sin antes arrebatarle todo carácter científico, investigativo y de alta calidad.
A esto se le suma que el gobierno nacional viene adelantando una propuesta sobre el manejo de las estampillas, impuesto que pagan miles de colombianos y que es manejado e invertido por algunas entidades estatales, como el Hospital Universitario y la Universidad del Valle, dichos dineros sirven para el mantenimiento y la inversión en estas entidades; el gobierno ha propuesto entregarle el manejo y control de estos dineros a los entes territoriales. Esto causaría una grave crisis al interior de la Universidad del Valle, pues con estos dineros se sostiene el total de la inversión en la universidad, en otras palabras, si la reforma al manejo de estampillas es aprobada, en la Univalle no se podrá siquiera cambiar un solo bombillo.
La Universidad del Valle fue víctima, junto a las otras 31 universidades públicas de la nación, de un recorte presupuestal de más de 170 mil millones de pesos, orquestado por todo el gobierno Santista y orientado a poner en aprietos financieros a las Universidades, obligándolas a endeudarse con el sistema financiero, aumentando el costo de las matrículas como sucede en la Universidad de Caldas y reduciendo los programas de bienestar.
En este contexto la cafetería central de la Universidad está siendo acechada por el fantasma de la privatización, la misma administración reconoce que la cafetería poco a poco llega a su límite de servicios, pues cada vez son más los estudiantes que con justa razón hacen uso de su derecho en la cafetería pública de Univalle, pero en lugar de plantear una salida que permita fortalecer la cafetería en los aspectos de infraestructura, manejo de alimentos y calidad de los mismos manteniendo su carácter público, plantea que se hicieron y se están haciendo estudios “técnicos y administrativos” sobre la cafetería, estudios que pueden llevar a la conclusión de la inviabilidad de la cafetería en materia presupuestal, planteando salidas como la concesión en manos de privados.
Frente a estos hechos los estudiantes Univallunos, como todos los estudiantes Colombianos, tenemos el deber de organizarnos y utilizar las herramientas básicas para la movilización democrática y de masas; los Consejos Estudiantiles por planes, facultades y de toda la Universidad deben crearse y fortalecerse, este será el primer paso para desatar las grandes movilizaciones en defensa de una Universidad del Valle Pública, donde se ofrezca una educación de calidad y al servicio de toda la nación y el pueblo.
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