12 jun 2012

LA LUCHA ANTIMPERIALISTA DEL ESTUDIANTADO COLOMBIANO

Andrea Nathaly Cruz Ramírez

Organización Colombiana de Estudiantes, OCE- Valle del Cauca

Los movimientos más sobresalientes del estudiantado colombiano se han caracterizado por su marcado tinte antimperialista y democrático. Basta con mirar el movimiento estudiantil de 1909, que terminó por derrocar la dictadura de Rafael Reyez y que denunciaba el sometimiento de la nación a los intereses norteamericanos, evidenciados con la paz firmada en el acorazado gringo Wisconsi y con la venta del Canal de Panamá. En términos específicos, el movimiento desenmascaró el uso de la dictadura para garantizar el paso de las imposiciones estadounidenses. Miremos también el movimiento estudiantil de 1970, que logró incluir estudiantes y docentes en la dirección de las instituciones educativas y expulsar las fundaciones privadas que se lucraban de la educación, y que tomo como centro de la batalla la contradicción entre las directrices de Washington y la educación pública; denunció, entre otros aspectos, que las universidades eran víctimas de las gabelas que daba el gobierno a las multinacionales.
Los hechos de 1929 muestran la forma en que el gobierno se vuelve cómplice, hasta puntos criminales, de la recolonización del país; pues no contentos con la masacre de las bananeras en 1928, deciden usar los mismos métodos contra los estudiantes que se indignaron por la complicidad del gobierno con la multinacional bananera. Estos hechos dan nacimiento al día del estudiante colombiano, pero más que ello, recuerdan el acumulado de fuerzas que se ha hecho a través de la historia por liberar los destinos de la nación de las garras extranjeras.

El movimiento estudiantil del año pasado y la actual construcción de una nueva ley de educación superior, muestran más reciente que, como antes, la educación ha sido damnificada de las imposiciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. La reforma que propuso el gobierno de Juan Manuel Santos, a la que el movimiento estudiantil derrotó valerosamente, condensó la adecuación de la Educación Superior a las imposiciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. La nueva ley que está siendo construida por todas partes del país desde la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), verdadera expresión de la unidad y avance del movimiento estudiantil, ha de representar las peticiones del estudiantado a través de la historia: Una educación al servicio del desarrollo nacional y no sometida a los intereses imperiales.

En otros ámbitos de la educación, el TLC avanza avasalladoramente: la desfinanciada educación básica y media se enfrenta hoy, debilitada, a la falsa política de gratuidad educativa que, a la postre, significa en promedio $100.000 anuales por estudiante, dinero por demás insuficiente para las instituciones educativas y vergonzoso para la educación; la imposición de la directiva ministerial 002 de 2012, que aumenta la carga laboral de los docentes dejando al mismo tiempo algunos sin carga académica, tiene de fondo la disminución de alrededor de 27 mil plazas docentes en el país que se suma a la ya pérdida de más de 30mil plazas en el 2002. Así, las actuales circunstancias llaman a la organización del estudiantado y de la comunidad académica en rechazo de la profundización del neoliberalismo. Hoy es indispensable aunar esfuerzos en defensa de la educación pública y en rechazo a las políticas neoliberales que adecuan al país a los intereses extranjeros y permiten el avance del imperialismo nortemericano en nuestro territorio.

No hay comentarios: